El triskelion, triskele o «triskelion», del griego τρισκέλιον, «con tres patas», es un símbolo formado por tres espirales cruzadas que giran en la misma dirección y comparten un mismo centro, a menudo marcadas por un triángulo. Estas espirales pueden ser líneas simples, pero originalmente el símbolo se refiere a tres patas, como las vemos en la bandera de Sicilia o la Isla de Man.
El aspecto giratorio del triskel le da un significado dinámico y lo vincula simbólicamente con la noción de ciclo y movimiento. Su trinidad se puede interpretar de varias formas. Conocemos bien el triskel bretón o irlandés, pero existen varias variaciones del triskelion en todo el mundo y entre culturas.
Actualizado por el neopaganismo, el triskel, a menudo asociado con el mundo celta, es en realidad de origen mucho más antiguo.
Orígenes de Triskel
El Triskel en Europa
Muchas representaciones del triskel datan de hace miles de años. Se cree que los triskels más antiguos tienen alrededor de seis mil años, lo que los convierte en un símbolo presente desde el Neolítico. En Malta, Grecia, Sicilia, Irlanda, Escocia (Isla de Man) y por supuesto en Bretaña, los triskels marcan lugares sagrados, tumbas, piedras, cerámica, joyas, monedas y diversos objetos. La mayoría de los sitios más antiguos tienen más de cinco mil años, como el Cairn de Gavrini en Bretaña o el sitio de Newgrange en Irlanda.
Muchos triskels más recientes datan de la Segunda Edad del Hierro, que abarcó el 500 a. C. hasta el comienzo de nuestra era. Es el período celta. El triskel está fuertemente asociado con esta cultura. Es en Irlanda donde se encuentra el mayor número de triskels, que adornan yacimientos, manuscritos y objetos megalíticos.
Pero, no es solo en Irlanda o en Bretaña donde el símbolo está presente. Podemos ver el triskel en todas las regiones europeas marcadas por el paso de los celtas, como en Galicia en España por ejemplo. El triskel también adorna varias iglesias y templos cristianos, y es uno de los símbolos de los constructores de catedrales.
El Triskel en Asia
El símbolo del triskel no se encuentra solo en el área celta europea. Existe en todo el mundo en diferentes formas. En Asia, hay varias variantes, incluido el mitsudomoe en Japón, que adorna el frontón de los templos sintoístas y budistas o los tambores taiko.
En el Tíbet, existe otra variante budista del triskel, llamada gankyil en tibetano, o anandachakra (» rueda de la alegría») en sánscrito. Representa la energía y la felicidad primordiales. A menudo se le representa con tres colores, como su alter ego coreano, el sam taegeuk.
Usos modernos
El triskel, como muchos símbolos fuertes, ha sido utilizado por varios grupos ideológicos y políticos. Se convirtió, por ejemplo, en el símbolo del partido nacionalista bretón, que adornaba con él sus estandartes y brazaletes en los años cuarenta.
No es el único partido que se apropia de este símbolo: encontramos el triskel en los emblemas neonazis sudafricanos. Sin embargo, este uso es marginal en comparación con la difusión del triskel como emblema de la cultura celta.
Simbólico del Triskel
Según los arqueólogos, el triskel era ante todo un símbolo solar. Estructurado en el número tres, el triskelion está más allá del estado de dualidad. Es un símbolo cíclico y activo.
Trinidades y totalidad
El triskel asocia tres energías en su ciclo. Pueden entenderse de diferentes formas.
Tres edades, tres veces
Como símbolo de la energía primordial, el triskel representa las etapas del ciclo de la vida y la muerte: vida, muerte y renacimiento. El triskel también se refiere a la reencarnación, porque sus tres espirales están compuestas por la misma línea ininterrumpida.
Así, el triskel une el pasado, el presente y el futuro. También se asocia con el curso del sol en tres etapas: salida del sol, cenit y puesta del sol. También se puede interpretar como las tres etapas del ciclo de vida: infancia, edad adulta y vejez.
Tres elementos, tres mundos, tres dioses…
Los tres componentes del triskel también pueden entenderse como elementos: tierra, agua y fuego o aire, o como mundos: terrestre, espiritual y divino. Estos tres mundos se encuentran en la mitología celta, lo que le da una importancia simbólica al número tres. Las tres espirales también pueden corresponder a los tres dioses del panteón celta. La asociación sincrética con la trinidad cristiana es posterior.
Tres estados
La trinidad del triskel también puede entenderse como un proceso de creación, protección y destrucción, o referirse a tres estados como despertar, dormir y soñar… Las variaciones de estas interpretaciones son numerosas.
Movimiento
La tríada del triskel es, por tanto, una totalidad. Pero sobre todo, el triskel simboliza el movimiento a través de la dinámica de las líneas. Es un símbolo de acción, progreso y entusiasmo, como la rueda, con la que se relaciona. En virtud de su geometría y esta asociación con el movimiento, el triskelion se utiliza para energizar, desde el punto de vista de la forma de ondas y radiestesia.
Sentido de rotación
Al igual que la esvástica, utilizada históricamente tanto para marcar templos budistas en Asia como por el nazismo, la dirección giratoria del triskelion es importante. Un sentido de rotación de izquierda a derecha (en el sentido de las agujas del reloj), o dextrorrotatorio, lo convierte en un símbolo positivo y pacifista. El significado opuesto (senestrogyre) lo convierte en un símbolo guerrero.
Más que un símbolo celta y bretón, el triskel ha pasado a través de milenios, apareciendo en diversas culturas y religiones. Símbolo universal del movimiento y el ciclo de la vida, el triskelion es, en esencia, energizante. Combina la armonía de la geometría sagrada y un simbolismo ancestral que nos conecta con las leyes de la naturaleza. ¡No es de extrañar que este símbolo esté haciendo un gran regreso en la Nueva Era!